Adultos y niños estamos física y psicológicamente agotados. En los consultorios psicológicos cada vez están más presentes síntomas relacionados con la ansiedad, apatía, frustración, irritabilidad o desmotivación, muchos de ellos también acompañados de otros síntomas más físicos, como alteraciones en el sueño, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y cansancio.  La OMS ha llamado a este conjunto de síntomas: “fatiga pandémica”.

 

Si bien es cierto que podemos percibir algunos de estos síntomas en las personas con quienes convivimos con mayor frecuencia, también es cierto que no todos parecen verse afectados de la misma manera. ¿A qué se debe esto? A la manera en la que cada quien utiliza sus herramientas de afrontamiento para lidiar con las diversas situaciones que se presentan día a día y aprender de éstas para ser más fuertes, es decir, a qué tan resilientes somos. 

 

¿Qué es lo mejor de todo esto? Que la resiliencia es como un “músculo” emocional que se puede ejercitar para fortalecerlo. Precisamente hoy, 26 de marzo, se celebra el Día Internacional del Aprendizaje SocioEmocional, y me gustaría aprovechar este momento para compartir 10 Tips para ser más Resilientes.

 

Tip #1: Identifica y valida tus sentimientos

Todas las emociones son válidas, felicidad, tristeza, enojo, frustración, etc. ¡TODAS! Lo que elegimos hacer con ellas es lo que marca la diferencia. No intentes minimizar u ocultar tus sentimientos, más bien, ¡utilízalos a tu favor! 

 

Tip #2: Identifica situaciones pasadas en los que has sido resiliente

Todos hemos pasado por momentos difíciles en nuestras vidas, desde una competencia cuando éramos niños, un cambio de casa o de ciudad, asistir a una nueva escuela en la adolescencia, la pérdida de un ser querido, etc. ¿Qué hicimos en estos momentos para poder salir adelante? ¿Qué aprendimos de esta experiencia? El reconocer tus fortalezas ante situaciones difíciles te hará darte cuenta de tu capacidad para afrontar asertivamente un reto más.

 

Tip #3: No esperes a que la situación se solucione por sí sola.

Las personas resilientes tienen una actitud de proactividad al enfrentarse a una situación difícil. ¿Qué voy a hacer? ¿Qué necesito para solucionarlo? ¿Hay alguien que me pueda ayudar? Toma cartas en el asunto y revisa distintas soluciones para la situación que estás viviendo. 

 

Tip #4: Piensa en diferentes posibles soluciones y compáralas

Hacer una lluvia de ideas sobre distintas maneras de afrontar una situación y revisar las consecuencias de cada una, te dará más información para poder elegir la mejor y aplicarla. ¿Y si la opción que eliges resultó no ser la mejor? ¡No te rindas! Revisa de nuevo tu lluvia de ideas y elige otra alternativa, incluso podrías combinar varias.

 

Tip #5: Reconoce tus fortalezas y úsalas

Piensa en cualidades positivas que identificas en ti o que otros te han dicho que tienes. Puede ser la habilidad de poner en palabras lo que piensas, la creatividad al pensar en distintas ideas para solucionar una situación difícil, hábitos o rutinas que cooperan positivamente en el afrontamiento, o incluso tu círculo de amigos. Todo esto se suma y contribuye a que la solución sea más fácil de llevar a cabo.

 

Tip #6: Aprovecha a tu equipo de apoyo

Las personas resilientes buscan ayuda para enfrentar situaciones difíciles. Puede ser un amigo, un familiar, la pareja, o bien, un terapeuta o un profesional en el tema. Siempre hay alguien que puede aportar algo positivo y que aligera la sensación de carga en un momento difícil. 

 

Tip #7: Elige qué es importante tomar en cuenta al compartir con otros

Recordar situaciones pasadas que ya han sido resueltas nos hará despertar las emociones que vivimos en aquel momento nuevamente. No importa si son momentos difíciles, felices o angustiantes, cuando los compartimos, revivimos la forma en la que nos sentimos. Perdonar, olvidar y cambiar de página te ayudará a mantener lo positivo e incrementará tu optimismo.

 

Tip #8: Encuentra tu manera favorita de tomarte una pausa

Así como las plantas necesitan agua y el cuerpo necesita descansar, necesitamos realizar actividades que disfrutamos para nuestro bienestar emocional. Platicar con nuestros seres queridos, escuchar la música que nos gusta, dar un paseo solos o con nuestras mascotas, son actividades que provocan la liberación de endorfinas, neurotransmisores que contribuyen a nuestra sensación de felicidad. 

 

Tip #9: Practica mindfulness

Practicar ejercicios de conciencia plena, de estar en el aquí y el ahora, contribuye también en nuestro bienestar emocional. Dedica unos minutos cada día para hacer respiraciones conscientes y poner una intención en tus pensamientos. Te ayudará a sentirte relajado y feliz.

 

Tip #10: Sé compasivo contigo mismo y reconoce cómo la adversidad te ha hecho más fuerte

Cuanto mayor es la lucha, más grande es la satisfacción obtenida. Todos hemos pasado por situaciones difíciles y muchas veces nos enfocamos en nuestras fallas y debilidades más que en nuestras fortalezas y en la actitud que nos ayudó a salir adelante. Darte cuenta de lo mucho que has logrado y valorar los éxitos que has obtenido contribuirá a una autoestima alta y, por consecuencia, incrementará tu resiliencia.

 

Así como los adultos podemos seguir estos tips para incrementar nuestra resiliencia, los niños en nuestro colegio reciben clases de Aprendizaje Socioemocional, guiadas por el equipo de counselors, en las que van adquiriendo y practicando herramientas de afrontamiento para situaciones difíciles, así como estrategias de autocuidado y convivencia social asertiva que los guía hacia un mayor bienestar socioemocional.

 

¡Feliz día del Aprendizaje Emocional!

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